¡Buenos días a todos y todas! Esta semana continuaremos hablando de la iluminación interior en el hogar, pero centraremos este artículo en la temperatura del color de la luz. Este aspecto de la luz es muy importante y tiene un efecto fundamental en el ambiente de la habitación, ya que los diferentes colores de luz pueden cambiar la percepción de los colores de los objetos que tenemos en nuestra vivienda.
Las luces cálidas son aquellas que, debido a su temperatura de color, tienen tonos cercanos al rojo, similares a la luz que produce el sol al atardecer. La luz cálida equvale a la luz que producen las bombillas incandescentes y los focos halógenos, son recomendables en estancias como el salón y los dormitorios. Es ideal para crear un ambiente acogedor, y a nivel decorativo, es adecuada para aquellas estancias donde tengamos muebles de madera.
Las luces frías son aquellas que tienen tonos próximos al azul. La luz fría es la idónea para sitios donde necesitamos claridad, por ejemplo, la cocina, el baño, estancias destinadas a trabajar y a estudiar. A nivel decorativo, es adecuada para sitios con muebles de color blanco, gris o negro.
La luz neutra es un intermedio entre la luz fría y la luz cálida y es la más parecida a la luz solar. Su luz es blanca sin derivaciones de tonalidad. Este tipo de luz es ideal para despachos, oficinas y lugares de trabajo.
Para conocer la temperatura de color de una lámpara, sólo es necesario fijarse en el pequeño gráfico que viene en todos los envoltorios, donde normalmente existe una línea de temperatura y una indicación de en qué franja se encuentra el producto que estás a punto de comprar.
Esperamos que os haya sido de gran ayuda nuestro artículo de hoy.
¡Feliz fin de semana!