Os presentamos un proyecto en el que el salón comparte espacio con la cocina y en el que los tonos blancos y madera son los aliados clave para conseguir un espacio más amplio.
Las grandes ventanas dan a la zona muy buena iluminación.
Las luminarias colgadas de color rojo junto con el mobiliario de madera y los tonos blancos proporcionan un ambiente muy acogedor.